ÉLISABETH VIGÉE-LEBRUN
Élisabeth
Vigée-LeBrun fue una pintora y retratista, una de las más famosas del siglo
XVIII. La influencia por este arte le pudo venir de su padre ya que era pintor
retratista, además de miembro y profesor de la Academia de San Lucas. A los 21
años de edad se casó con Jean-Baptiste Pierre LeBrun, que también era pintor.
En 1779 realizó el retrato de la reina María Antonieta con traje de satén y rosa en mano, la cual la escogió como pintora favorita durante el año 1782.
Debido a la gran influencia que recibía, fue nombrada miembro de la Real Academia, convirtiéndose así en la retratista favorita de la sociedad aristocrática de París. Debido al estallido de la Revolución Francesa, marchó de Francia, dejando a su paso obras en lugares como Viena, Praga, Berlín, San Petersburgo, Londres y Suiza. Aunque su obra cayó en decadencia en torno a 1810, su carrera no se vio afectada en el resto de Europa, destacando principalmente por sus grandes obras de propaganda política al servicio de María Antonieta.
Entre
las influencias que Élisabeth Vigée-LeBrun recibió a lo largo de su carrera se
encuentran la escultura antigua, la pintura francesa contemporánea, las obras
de los clásicos, el retrato inglés y el grabado. Quizá quien influyó en su
gusto por dichas obras fue el artista contemporáneo, Jean Baptiste Greuze. En
algunas de sus obras destacan aspectos en torno a la vestimenta propios del
movimiento neoclásico, que comenzaba a dar sus primeros pasos.
Muchas
de sus obras muestran temas de tipo mitológicos y alegóricos, pero sin embargo
también se incluyen obras que reflejan el amor materno filial de influencia
russoniana, retratos de mujeres bellas y con poses sensuales, y muchas obras,
como mencionaba, de gusto neoclásico
Élisabeth Vigée-LeBrun practicó un arte rebosante de vida, imprimiendo innovaciones cromáticas a unas composiciones llenas de expresividad que dejan a la vista su depurada técnica. En sus obras nada era producto del azar, ni tan siquiera las poses y las actitudes de cada modelo.
Fácilmente se podría reconocer según la crítica, esta obra como la más importante entre todas las obras de Élisabeth Vigée-LeBrun. Y esto es debido a que esta fue la obra que le abrió muchas puertas de su vida, el retrato de la reina y su posterior elección como su pintora favorita, fueron gracias a este retrato.
Figura 3: Retrato de Maria Antonieta.
Analizando y viendo todas las obras de Vigée LeBrun, he llegado a este retrato de su hija Julie LeBrun que me ha llamado a atención mas que el resto. Deja ver la artista que no sólo trabajó para hacer retratos de gente influyente sino que también tenia tiempo para su familia, como la pintura demuestra. Además se nota que es un estilo muy cuidado y me fascina la forma que consigue realizar el retrato de la modelo sobre el espejo para que todo encaje perfectamente.
- Museo Nacional del Prado: Vigée-Lebrun, Louise-Elisabeth. https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/vigee-lebrun-louise-elisabeth/e6bc0447-f727-4e1a-b8b5-dc8d5af848f0
- Sandra Ferrer Valero (2019): Élisabeth Vigée-LebrunLa retratista de María Antonieta. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7070717
- Vigée LeBrun, E (1783): Retrato de Maria Antonieta. https://es.wikipedia.org/wiki/Marie-Louise-%C3%89lisabeth_Vig%C3%A9e-Lebrun#/media/Archivo:MA-Lebrun.jpg
- Vigée LeBrun, E. (1782): Autorretrato in a Straw Hat (Nationall Gallery de Londres). https://www.nationalgallery.org.uk/paintings/elisabeth-louise-vigee-le-brun-self-portrait-in-a-straw-hat
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